JESUCRISTO REY
ACTO
DE CONTRICIÓN. Dios mío y Padre mío, que sois infinitamente bueno, os
amo con todo mi corazón, y por lo mucho que os amo, me pesa de haberos
ofendido.
ORACIÓN
PARA TODOS LOS DÍAS. Omnipotente y sempiterno Dios, que
quisisteis restaurar en vuestro querido Hijo, Rey del Universo, todas las
cosas, concédenos que todas las familias de las Gentes disgregadas por la
herida del pecado se sometan a su suavísimo imperio. Que con Vos y el Espíritu
Santo vive y reina Dios por todos los siglos de los siglos. Amén.
DÍA
PRIMERO:
"Señor, acuérdate de mí cuando
vengas a tu reino.-En verdad te digo que hoy estarás conmigo en el
paraíso."
Quisiéramos, Señor, presentarte en
el día de tu fiesta los corazones de todos los hombres rendidos a tu amor; pero
mira, Rey nuestro, cuántos millones de ellos están envueltos en las tinieblas
de la muerte y del pecado y no te conocen; por ellos te pedimos nosotros que
tenemos la dicha de conocer tu Corazón, todo misericordia. "Señor,
acuérdate de estos desgraciados cuando estés en tu Reino", haznos, Señor,
oír: "pronto, muy pronto estarán conmigo en el paraíso". Amén.
Compromiso: Actos de fe, esperanza y
caridad.
Uniendo mi corazón al Corazón de
Cristo Rey y mis intenciones a las suyas, rezaré: Padrenuestro, Avemaría y
Gloria.
DÍA
SEGUNDO:
"Mujer, he ahí tu hijo."
"He ahí tu Madre."
Mas uno de los soldados le abrió el
costado con una lanza y salió de él sangre y agua. ¡La Madre de nuestro Dios es
nuestra Madre querida! ¡Qué felicidad y qué confianza! El Corazón de nuestro
Dios es nuestro Cielo, nuestro tesoro. Madre bendita, queremos amarte como te
amaba Jesús, y a El, como Tú le amabas; enséñanos las delicadezas del amor, la
felicidad de la vida de unión, de unión íntima, confiada, amorosa; haznos
chiquitos, muy chiquitos, para poder entrar y perdernos en el Corazón de Jesús,
sin tener más móvil ni deseo que amaros y haceros amar. Amén.
Compromiso: Consagrarme de todo
corazón a la Santísima Virgen.
Uniendo mi corazón al Corazón de
Cristo Rey y mis intenciones a las suyas, rezaré: Padrenuestro, Avemaría y
Gloria.
DÍA
TERCERO:
"Jesús
Nazareno, Rey de los judíos." "Regnavit a ligno Deus" "Y al
nombre de Jesús doblarán la rodilla en el Cielo, en la tierra y en los
infiernos."
¡Oh Rey divino!, al presentarte en este día
bendito nuestras adoraciones, te ofrecemos cuanto somos, tenemos y deseamos; no
nos detiene nuestra miseria, pues eres todo misericordia; confiamos conseguir
todas nuestras peticiones, pues eres todo amor y el amor atiende siempre, y te
lo pedimos en unión de nuestra Reina y Madre Inmaculada y de los ángeles
custodios de todas las almas.
¡Señor!, arroja de tu reino a los
demonios y a todos tus enemigos y concede a la Iglesia una era de paz. Lleva a
Ti en este día a las almas del Purgatorio, un perdón general a todos los
pecadores y poniendo luz en sus inteligencias y amor en sus corazones, prueba
una vez más que es más grande tu misericordia que nuestra malicia y miseria.
Llena de amor y pureza a los
sacerdotes, a los niños y a las almas a Ti consagradas, formando de ellas esas
legiones de almas puras, humildes y amantes que Tú deseas: almas pequeñitas que
como granos de trigo, formen todas en una perfecta unión de intenciones y
corazones con la Víctima divina del Calvario y del altar una Hostia que aplaque
al Cielo por los pecados de la tierra y haga descender sobre ella perdón y
misericordia para los desgraciados pobres pecadores, de esas almas que quieres
sean las delicias de tu Corazón en la tierra y tu corte de amor en el Cielo.
Compromiso: Abandonarme en el
Corazón de Dios.
Uniendo mi corazón al Corazón de
Cristo Rey y mis intenciones a las suyas, rezaré: Padrenuestro, Avemaría y
Gloria.
La Vocal de Formación y Cultos
Carmen
Josefina Ladera Molina